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Santuario de la Virgen de Belén

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Localización

El santuario de Nuestra Señora de Belén al que en adelante nos referiremos como santuario simplemente, se ubica en una zona de un alto valor ecológico del municipio de Almansa a los pies de la sierra del Mugrón, a 12 km. de ésta ciudad, al que se llega perfectamente por pavimento asfaltado desde la autovía A-31 de Madrid a Alicante; salida 136, y desde la carretera de Almansa-Montealegre del Castillo CM-412 Kmt. 336,5 Ocupa el lateral de una vaguada natural por la que discurren una pequeña acequia de las aguas de los nacimientos de Alpera y una amplia cuenca que canaliza las aguas de escorrentía del entorno hasta el pantano de Almansa.

     COORDENADAS DE UBICACIÓN:      38º51’27.40” N  –  1º12’25” O

MAPA DE UBICACIÓN

La Ermita

El Santuario de Ntra. Sra. de Belén está compuesto de varias edificaciones levantadas en distintos momentos mayormente para ampliar las necesidades del santuario. Su origen y elemento principal es la ermita, de modestas dimensiones datado su origen en el siglo IX. A mediados del siglo XVI, mediante una Bula Pontificia, pasa a manos de la Villa de Almansa. Los edificios que componen el santuario, anexo a la misma ermita son de construcción de distintas épocas y estilos (barroco y neoclásico) que conforman una plaza rectangular, que se convirtió en 1776 en una plaza porticada con arquerías quedando cerradas por tres de sus lados. Forman parte de esa plaza también, una antigua hospedería para peregrinos datada en el siglo XVII, en la que se ubican junto a la iglesia, la casa del santero, antiguas cuadras y graneros, un merendero/restaurante, salas para reuniones, etc. conformando todo ello un conjunto con una ordenación formal de importante raigambre popular.

Hay que destacar de todo el conjunto, la iglesia, un templo barroco levantado en el S. XVII de planta rectangular, con una nave única abovedada, cabecera poligonal y coro alto situado a los pies de la iglesia. En la cabecera se sitúa un magnifico retablo barroco de principios del S. XVIII que se acabó de tallar y dorar en el año 1715. A ambos lados, mediante dos puertas talladas doradas con pan de oro y policromadas de estilo barroco, se da acceso a la sacristía, al camarín y a un pequeño museo. Es de indudable interés el “Camarín de la Virgen”, construido en ese mismo siglo y finalizado en 1731, es de planta cuadrada con cúpula semiesférica y vistosas pinturas al fresco tanto en la cúpula como en los murales. Muy vistoso es el pavimento que conserva una buena azulejería original. La fachada de la ermita es muy sencilla, rectangular y rematada por una pequeña espadaña y balaustrada. La portada, igualmente sencilla, es de estilo clásico, constituida por un primer cuerpo con vano de arco muy rebajado, flanqueado por columnas adosadas y un segundo cuerpo está formado por una hornacina avenerada, flanqueada por pilastras cajeadas a las que se adosan dos columnas de capitel jónico, una ventana a cada lado del segundo cuerpo completan el conjunto.

La Ermita y la Virgen de Belén

La virgen desde sus orígenes tenía su lugar en el santuario. Desde el siglo XIV Almansa estableció la costumbre celebrar la feria anual en el santuario y veneración a la virgen para su afluencia de gente. Por otro lado, la veneración de los almanseños a Nuestra Señora la Virgen de Belén ha sido siempre fuera de toda duda, y por ello constantes las rogativas pidiendo su favor como consecuencia de plagas, terremotos, sequías etc…, lo que obligaba a constantes traslados (“romerías”) de la imagen a Almansa y su vuelta al santuario. Tanto era así, que a partir de 1802 se decidió que la festividad de Nuestra Señora de Belén, que hasta entonces se celebraba en la ermita-santuario, se celebrase en Almansa.  Todo ello ha sido el origen de las romerías y todo un cúmulo de cambios en la organización de las mismas.

Ya que desde los orígenes, la imagen empezó a traerse a Almansa un tiempo antes para que se celebrase en Almansa la festividad de Ntra. Sra. de Belén a principios de mayo y luego en agosto se devolvía a “su” santuario. Esta organización se mantuvo hasta que en 1955 a consecuencia de las desgracias ocasionadas unas inundaciones ocasionadas por una tormenta, la semana siguiente a lle- var la imagen de la virgen al santuario, el ayuntamiento acordó celebrar una nueva “romería” para trasladar la virgen a Almansa. Fué así que al mes siguiente tras celebrar la oportunas deliberacio- nes de todos los estamentos municipales y religiosos, se decidió cambiar el orden de la romerías y que la virgen estuviera el periodo septiembre-mayo en Almansa, dejando a la virgen solamente el periodo mayo-septiembre en su santuario.

El Santuario hoy

A partir de la pequeña ermita que allá por el año 1515 se construyera, el actual Santuario es un construcción mucho más completa, con una parcela de terreno de alrededor de 17’6270 Ha. Entorno al edificio principal que es la iglesia y sus dependencias, el conjunto se dispone en forma de U con dos lados porticados hacia la derecha, en referencia clara de uso que dichas arcadas tenían para el desarrollo que la feria que antaño se celebraba en el santuario. Hacia la izquierda de la fachada de la iglesia aprovechando la edificación anterior que en algunos momentos tuvo que ser hospedería, actualmente se encuentran las dependencias y salones de la Sociedad de la Virgen y los comedores y salas de la Sociedad de Pastores. Junto a ellos la «casa de guardés» y aseos públicos. Es preciso hacer una especial mención del renovado merendero-bar, en los últimos años y reinaugurado finalmente el pasado año 2019, donde se puede almorzar, comer y tener momentos de descanso y refrigerio, atendido con una buena cocina en un ambiente tranquilo y agradable. En la parte trasera de la edificación se completa con una zona amurallada de patios privada, para usos diversos.